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El verdadero significado de Blade Runner


Así que has visto las dos películas de Blade Runner, la última recién salida en el cine. Ambas, claro, son excepcionales, pero dejan de lado el punto central la novela Do Androids dream of Electric Sheep? (1968), de Philip K. Dick.

El libro repite sistemáticamente que un androide no puede tener empatía por otro androide. Ese punto, tan básico en el desarrollo completo del relato futurista, ha sido olvidado para enfatizar la violencia y la acción en ambas producciones, pero más en la segunda, la cual por cierto también parece estar obsesionada con el desarrollo tecnológico.

Pero ese camino solo revela que el libro ha sido relegado. Cierto, es una novela corta, pero aún así más rica que ambas películas combinadas.

Otras diferencias esenciales:

  • La importancia que Dick da a los animales y la santidad de todo ser viviente (básicamente la mitad de toda la novela).
  • El hecho de que las máquinas pueden llegar a controlar otras máquinas, como dice Niklas Luhman (cibernética de segundo orden).
  • Y claro, la difusión filosófica alrededor del alma, en donde tener consciencia no significa, necesariamente, tener un alma (los androides sienten, lloran, y están conscientes de sus acciones, pero no tienen alma).


Hay otros aspectos que han sido completamente olvidados en ambas películas y que vale la pena tocar: la religiosidad de y en mundo futuro (Mercer) y el “plasma fertilizante” con el cual se puede inseminar a un androide animal para que se reproduzca (esto será parte de una tercera entrega, sin duda).

No hay que obviar, tampoco, que la novela original es un producto de su época:

  • Se le da extrema importancia a una amenaza bélica externa (y la URRSS es mencionada varias veces en el texto, de hecho), además de recalcar la falta de humanidad de los androides extraterrestres (de nuevo, guerra fría). 
  • Y hay un claro énfasis en el el declive ambientalista generalizado a partir de la industrialización constante de las sociedades modernas.

Regresando al punto:  a pesar de que los androides son más perfectos que sus creadores y sí pueden sentir emociones, no pueden sentir empatía y mucho menos por otro androide. Además, claro, no pueden tener hijos. Ese ultimo punto es recalcado en diversas ocasiones por Rachel y Deckard (en la última entrega de Hollywood este punto queda a debate a causa de un cuestionable revisionismo-retroactivismo a la película original).

En resumen, los androides no tienen empatía, y no pueden tener experiencias religiosas (fusionarse con una entidad superior a ellos; ver a Mercer). De ahí que no tengan problema en matar. Para los seres humanos queda claro que son esquizofrénicos y peligrosos.

A continuación las citas directas del libro de Dick para disipar cualquier duda de las afirmaciones hechas arriba. En todos los casos, la paginación se refiere a la edición de 1996, la cual tiene la introducción de Roger Zelazny.

Deckard al hacer la prueba Voight-Kampff:

“An android”, he said, “doesn’t care what happens to another android. That’s one of the indications we look for”. (p. 101)

Deckard hablando con otro policía:

“You androids,” Rick said, “don’t exactly cover for each other in times of stress.”
Garland snapped, “I think you’re right; it would seem we lack a specific talent you humans possess. I believe it’ called empathy.” (p. 124)

Deckard hablando con otro Blade Runner:

Rick said, “There is a defect in your emphatic, role-taking ability. One which we don’t test for. Your feelings towards androids.” […]
“You realize,” Phil Resch said quietly, “what this would do. If we included androids in our range of emphatic identification, as we do animals”.”
“We couldn’t protect ourselves.”
“Absolutely. These Nexus-6 types…they’d roll over us and mash us flat. You and I, all the bounty hunters-we stand between the Nexus-6  and mankind, a barrier which keeps the two distinct. Furthermore-“[…] 
Rick said, “I’m capable of feeling empathy for at least specific, certain androids. Not all of them but-one or two.” (pp. 140-142)

Pris, Roy y otros androides hablando con J.R. Sebastian:

“You’re a great man, Isidore,” Pris said. “You’re a credit to your race.”
 “If he was and android,” Roy said heartily, “he’d turn us in about ten tomorrow morning. He’d take off for his job and that would be it. I’m overwhelmed with admiration.” (p. 165)

Mercer hablando con Deckard. Nótese la relación vertical entre ambos, tal como los humanos la tienen con los androides:

The old man said, “You will be required to do wrong no matter where you go. It is the basic condition of life, to be required to violate your own identity. At some time, every creature which lives must do so. It is the ultimate shadow, the defeat of creation; this is the curse at work, the curse that feeds on all life. Everywhere in the universe.” (p. 179)

Rachel hablando con Deckard sobre Pris:

…”you know what I have? Towards this Pris android?
“Empathy,” he said.
“Something like that. Identification; there goes I…We are machines, stamped out like bottle caps. It’s an illusion that I-I personally-really exist; I’m just representative of a type.” She shuddered. 
[…]
“I don’t dare go because androids have no loyalty to one another and I know that that goddamn Pris Stratton will destroy me and occupy my place…(pp. 189-191, p. 195)
[…]
“We’re not the same. Don’t care about Pris Stratton…Go to bed with me and I’ll retire Stratton. Okay? Because I can’t stand getting this close and then—“

Deckard meditando sobre la vida y la muerte, después de “retirar” a ciertos androides:

For Mercer everything is easy, he thought, because Mercer accepts everything. Nothing is alien to him. But what I’ve done, he thought; that’s become alien to me. In fact everything about me has become unnatural; I’ve become an unnatural self. (p. 230)

¿En dónde estamos, sino en la búsqueda que hacen los mismos protagonistas de las películas y del libro?

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